Cuando contemplamos cualquiera de las piezas de Jose Pablo Arriaga, no podemos evitar pensar en que de alguna manera, trata de abrir una grieta entre nuestra realidad y su propio mundo personal.

Son piezas en su mayoría de blanco puro y rebosantes de pliegues o figuras que sobresalen de los marcos, Arriaga parece querer dejar a modo de testimonio cómo diversos entes tratan de llegar al otro lado de la realidad, pero un blanco velo quebrantable se lo impide. El esfuerzo fútil pero bello de ruptura, es lo que hace única a su obra.

Wilderkatz. Revistart

Exposiciones