2018 HUTSEAN
José Pablo Arriaga presenta la exposición ‘Hutsean‘ en su taller de Markina-Xemein, marcando el final de una etapa de 85 años de trayectoria en la talla tradicional de su familia.
La familia Arriaga ha sido reconocida por su destacada tradición en la transformación de la madera en muebles tradicionales desde su taller en la calle Ostekokale de Markina-Xemein. Tanto José Pablo como Henrike Arriaga, como continuadores de esta sagrada labor, se han dedicado apasionadamente a la artesanía desde su infancia. No obstante, la rápida producción en masa de muebles ha relegado esta noble labor que ha sido una parte esencial de la cultura de Euskal Herria, dejando a José Pablo y Henrike como los últimos guardianes de esta tradición. A pesar de este desafío, José Pablo siempre ha sabido unir con maestría la vanguardia y la tradición, el arte y la artesanía a lo largo de su destacada carrera. Esto se manifiesta en su reciente exposición ‘Hutsean-Al vacío’, ubicada en el taller familiar, que simboliza el cierre de 85 años de historia y legado.
La exposición que ha inaugurado es una poderosa denuncia del inevitable declive de esta valiosa actividad artesanal. El artista explica: « Mi hermano Henrike, quien siempre ha sido fiel a nuestras tradiciones, se ha visto obligado a abandonar este oficio y embarcarse en nuevos caminos. Esta dolorosa realidad me llevó a una profunda reflexión y, tras un intenso proceso creativo, he dado vida a las piezas que conforman esta exposición. En su esencia, esta muestra representa el cierre simbólico de la era en la que nos encontramos ». La exhibición incluye obras de madera cubiertas con plástico de colores, comprimidas hasta asfixiar la pieza en el vacío, yuxtapuestas con tallas que funcionan como receptáculos de residuos. Arriaga destaca: « De alguna manera, los Arriaga estamos atravesando la era del plástico ».
Estas piezas artísticas son como prendas que guardamos en bolsas al vacío en nuestros armarios, colgadas como si flotaran en perchas. De manera similar, estas obras parecen envueltas en bolsas de vacío, revelando los detalles y tensiones intrínsecas de las tallas, como si emergieran como si estuvieran siendo lavadas. Sin embargo, más allá de esta apariencia, transmiten una sensación de preservación, como cuando guardamos una prenda que sabemos que no utilizaremos en mucho tiempo. Además, encontramos contenedores de basura representados como cubos de plástico de diversos colores. Esta representación se inspira en la experiencia personal de mi hermano, quien se vio forzado a abandonar la tradición familiar y trabajar en un vertedero. Esta vivencia me llevó a reflexionar sobre el estado actual de la artesanía. Como resultado, he creado esta instalación que combina bolsas de basura o contenedores para almacenarlas, asemejándose a un arca, junto con las tallas tradicionales envueltas en diferentes plásticos que imitan materiales como piedra, madera, cuero y metal.